Un voto de confianza al mercado de capitales

Por Fernando Schvartz

Las Pymes y su forma de financiarse es uno de los temas que están en el “tapete”. Cotidianamente, los medios se hacen eco de los dichos y hechos provenientes del gobierno para favorecer el desarrollo y la productividad de dicho sector. Asimismo, no hay estadística realizada por los distintos Institutos de Investigaciones Económicas respecto de la forma en la que se financian las Pymes, que no haya sido publicada; ni sector de la economía, por intermedio de sus Uniones, Cámaras y Asociaciones, que no hayan hecho público la realidad  financiera por la que atraviesa cada uno de sus sectores en este tema.

Pues bueno, todos coinciden en que en nuestra provincia la toma de créditos por parte de las pequeñas y medianas empresas avanza lentamente, y todavía está muy por debajo del stock de préstamos alcanzados en el año 2000, básicamente porque las empresas no recuperaron totalmente la confianza en el sistema financiero, y porque la economía cuenta con un elevado nivel de liquidez.

Ahora, todos hablan del sistema financiero como si esté se circunscribiera solamente al sistema bancario, el cual a partir de fines del año 2001 tuvo una de las mayores crisis históricas del país, y dejan de lado la otra parte del sistema financiero, es decir, el mercado de capitales, canal natural que tienen las pequeñas, medianas y grandes empresas para financiarse, operando a mediano y largo, a muy buenas tasas, con bajos costos, buenos beneficios impositivos, y plazos de pago de amortizaciones de capital dilatados.

Considero que por un problema de desconocimiento y desinformación general, el empresariado argentino no valora la opción de financiarse en el mercado de capitales, máxime cuando a partir de los años 90’ se le dio un gran impulso, mediante el dictado de gran cantidad de leyes, decretos y resoluciones, algunas de las cuales están apuntadas directamente a medios de financiación para la pequeña y mediana empresa, otorgándosele los beneficios generales, pero flexibilizando y simplificando la normativa para el ingreso y permanencia en el mercado de capitales de este tipo de empresas de un giro comercial y una envergadura económica mas reducida que las grandes corporaciones.

La falta de docencia del mercado de capitales hacia el sector económico de nuestro país, genera una ignorancia generalizada entre los potenciales emisores e inversores del mercado de valores, desaprovechándose la coyuntura actual, léase, la falta de confianza de las empresas en el sistema financiero, ergo, el sistema bancario, y la elevada liquidez con la que cuenta la economía actual., es decir, se está dejando de generar el proceso económico de la asignación del ahorro a la inversión en forma eficiente.

Creo que el empresariado cordobés, le debe poner un voto de confianza al “otro” sistema de financiación de las empresas, el mercado de capitales, interiorizándose de cómo funciona y cuales son las bondades que ofrece, para así, poder valorar concienzudamente la opción de tomar deuda mediante alguna de las herramientas que el mismo les brinda, obteniendo los beneficios directos e indirectos que la oferta pública otorga, y por otro lado, poder generar un mercado de deuda, en donde nuestros vapuleados ahorristas, valoren otra opción en donde poner sus ahorros, con una relación riesgo/rentabilidad beneficiosa, y dejen de considerar como únicas opciones de ahorro, el plazo fijo, la construcción de locales comerciales o la compra de departamentos.

Publicado originalmente en La Voz del Interior