Qué analizar antes de entrar en un fideicomiso al costo

En un país como la Argentina en el que no hay crédito hipotecario y se hace difícil ahorrar para acceder a la vivienda propia, es cada vez más común para quienes buscan comprar un inmueble escuchar este consejo: «Entrá en un fideicomiso al costo». No obstante, los que se decidan a usar esta figura deberán tener en cuenta ciertos detalles, para no sufrir dolores de cabeza en el futuro.

En principio, se debe entender que el fideicomiso es una herramienta jurídica y no un negocio en sí mismo. Por eso, Alberto Forti, presidente de Caepsa, recomienda analizar el negocio subyacente, ya que, si bien el instrumento goza de buena reputación, es posible que haya operaciones que no salgan como se lo espera o que se necesite una inversión mayor a la prevista.

En cuanto a las sumas necesarias para entrar, Darío López, socio de la desarrolladora Arquitectónika, dice que varían según la zona. En Belgrano y Núñez, el monto total tiene un piso de $ 590.000, para un monoambiente. «Se entra con un 30% de esa suma al firmar la adhesión -explica López-. Después, hay un plan de cuotas que tiene que ver con el plazo de la obra (en promedio, 20 meses).»

Así, en el ejemplo anterior quedarían a pagar, una vez depositado el 30% incicial, $ 413.000, que se dividen en 20 cuotas mensuales de $ 20.600 cada una. Éstas se ajustan trimestralmente por el índice CAC, que, en general, acompaña la inflación estimada por las consultoras privadas.

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